Resumen:
El área de mayor producción de la actividad agrícola en la Provincia del Neuquén se extiende sobre el valle inferior del río homónimo, en los departamentos Confluencia y Añelo. A los cultivos tradicionales de peras y manzanas se han sumado en los últimos años viñedos, fruta fina, cereales, olivares y hortalizas, totalizando en este sector más de 20.000 hectáreas bajo riego. En esta misma región se asientan los yacimientos de petróleo y gas más importantes de la cuenca Neuquina y, en la actualidad, se explota la roca madre mediante métodos no convencionales con 1.039 pozos perforados en los últimos tres años y expectativas de un crecimiento exponencial, ya que se trata de la segunda y cuarta reserva mundial de gas y petróleo no convencional, respectivamente. El agua del río es un recurso indispensable para todas las labores agrícolas e industriales, así como también para abastecer una población creciente asentada en varias localidades a lo largo de su curso hasta la confluencia con el río Limay.
El objetivo del presente trabajo fue realizar un relevamiento de la calidad química del agua del río Neuquén, asociada a la presencia de hidrocarburos y agroquímicos y fijar los niveles actuales de estos contaminantes como medida de futuros impactos que pudieran producirse como consecuencia del desarrollo descripto. Para ello se seleccionaron 23 sitios de muestreo, 14 en el río, 4 en los embalses Los Barreales y Mari Menuco y 5 en canales de riego y drenaje de chacras. El área abarca alrededor de 120 km del curso inferior del río, desde una zona netamente rural, atravesando los sectores productivos, yacimientos de gas y petróleo y la zona más densamente poblada de Confluencia.
Se analizaron plaguicidas organoclorados, plaguicidas organofosforados, carbamatos, piretroides e hidrocarburos alifáticos y poliaromáticos en muestras de agua y sedimentos superficiales, mediante CG-NPD, CG-FID, CG-μECD y CG-MS. Los resultados muestran la presencia de hidrocarburos alifáticos resueltos en el rango ND-51,44 μg/g ps (peso seco) de sedimento. Sólo en dos sitios se superó el valor de referencia de UNEP (10 μg/g ps). La aplicación de índices de estimación de origen para los hidrocarburos detectados señala que proceden de plantas vasculares y algas, y no se corresponden con contaminación petrogénica. En ninguna muestra se hallaron hidrocarburos poliaromáticos. En cuanto a los plaguicidas analizados, en un drenaje fue detectado clorpirifos (23 ppb) en sedimentos y trazas en un canal de riego. Ambas muestras fueron recolectadas dentro de la temporada de mayor aplicación de agroquímicos. En 4 sitios correspondientes a la zona de la confluencia fue detectado p-p’-DDE (1,29 – 5,43 μg/kg
López Ordieres, María Clara 5 ps) en sedimentos, superando el valor guía para protección de la vida acuática en sedimentos fijado por el Consejo Canadiense de Ministros de Ambiente (CCME) en 1,42 μg/kg ps. Con el propósito de estimar un nivel de riesgo por presencia de plaguicidas se aplicó el índice PRISW-1 en tres niveles tróficos (alga, invertebrado acuático y pez). Para ello se seleccionaron como concentraciones esperadas los LD y LC del método analítico y los valores guía disponibles. El índice se aplicó para clorpirifos y metil azinfos, ya que estos plaguicidas son los históricamente detectados en canales de riego y de drenajes. Los resultados indican que aun a concentraciones del LD del método, el nivel de riesgo esperado resultaría pernicioso para las comunidades acuáticas.
Se concluye que el agua de la baja cuenca del río Neuquén presenta una buena calidad respecto de los compuestos estudiados. Sin embargo, deben establecerse planes de vigilancia dada la vulnerabilidad del recurso ante el avance de las actividades que se desarrollan en la región.