Resumen:
Nuestro país posee una gran variedad de fuentes energéticas destacándose por los numerosos yacimientos de hidrocarburos en donde actualmente tiene protagonismo la formación denominada Vaca Muerta, ubicada en la cuenca neuquina, donde se está desarrollando la explotación del recurso mediante el método de extracción no convencional. Además, según el último informe de BP Statistical Review of World Energy1, el consumo de gas natural en nuestro
país representa el 48% de la matriz energética.
Actualmente existe una gran demanda insatisfecha de gas natural que obliga al Gobierno Nacional a la importación de GNL, generando déficit comercial en los Balances Energéticos. Sin embargo, el hecho de que Argentina cuente con grandes reservas de gas y petróleo no convencional (Vaca Muerta)2, posiciona a la industria de hidrocarburos como una de las actividades de mayor potencial de crecimiento para los próximos años. Según datos brindados por la Secretaría de Energía de la Nación, para el año 2030 se espera un crecimiento del consumo
y producción de gas natural de 26% y 73%, respectivamente.3 Asimismo, si consideramos el promedio del consumo residencial unitario por día de gas natural en Argentina (3,31 m3/d) 4 y la cantidad de hogares sin acceso a gas de red (2.988.000)5 podríamos decir que existe una demanda insatisfecha de 9.890.280 m3/d.
Es en este contexto en el cual nos enfocamos en la empresa Transportadora de Gas del Sur (en adelante, “TGS”), al ser la principal empresa de transporte de gas natural en Argentina y cuyo gasoducto se encuentra conectado a Vaca Muerta. A su vez, como consecuencia de la privatización de Gas del Estado (“GdE”) en 1992, también cuenta con la actividad no regulada de producción y comercialización de líquidos derivados del gas natural en el Complejo Cerri
(Bahía Blanca, Prov. Buenos Aires), la cual permitió compensar los magros resultados provenientes de la actividad regulada (transporte de gas), la que en los últimos años presentó un descenso en la participación relativa en el total de ingresos de la compañía, llegando a ser del 25% en el año 2022, cuando el promedio histórico rondaba el 38%.
Esta situación genera la inquietud de aprovechar el know how de la compañía y evaluar la posibilidad de ampliar el segmento de producción y comercialización de gas mediante la inversión en una nueva planta de producción de gas en la zona de Vaca Muerta. El presente trabajo tiene como objetivo realizar una propuesta de inversión por 142 millones de dólares en una planta de procesamiento y producción de GLP para TGS en la zona de Tratayen, provincia del Neuquén; para incrementar su rentabilidad aprovechando sus ventajas de escala y localización. Para la evaluación se proyectó un horizonte de tiempo de 11 años. Previo a adentrarnos en la metodología de investigación y en la preparación y evaluación del proyecto, se procedió a realizar una breve descripción del negocio de TGS, su situación financiera económica y su posicionamiento en el mercado; para luego conocer la situación de la industria del gas natural y producción de GLP en Argentina y su marco regulatorio.
La metodología aplicada es de un enfoque mixto, predominando el enfoque cuantitativo mediante recolección de datos empíricos. Para ello se acudió a información de carácter público de TGS (estados financieros, presentaciones, reportes y comunicaciones), como así también a información de la Secretaría de Energía de la Nación y del Ente Nacional de Regulación del Gas Natural (ENARGAS). En cuanto al enfoque cualitativo, se procedió a la realización de entrevistas semiestructuradas a profesionales de la industria en donde se recopilo información útil para el desarrollo del estudio de ingeniería.
Para la preparación y evaluación del proyecto se utilizó una estructura de flujo de fondos de caja expresados en dólares estadounidenses, en base a proyecciones estimadas en el estudio de mercado. Una vez obtenida la tasa de descuento (mediante enfoque CAPM @19,56% en USD) se aplicaron los distintos instrumentos de gestión para evaluación de proyectos: VAN, TIR y
período de repago. Luego, se analizaron los resultados desde el punto de vista probabilístico determinando las variables críticas que afectarían la rentabilidad del proyecto y asignando probabilidades de ocurrencia conforme a un escenario base. Para concluir se realizaron simulaciones que permitieron evaluar la sensibilidad del VAN frente a diversos cambios de valores a lo largo de la
ida del proyecto. Finalmente, se estima que el presente proyecto generaría un valor económico para TGS de USD 1.185.454, arrojando una TIR de 20% y con un período de repago de la inversión inicial de 6,17 años.