Fernández, Jimena B.
Resumen:
Los ambientes templados-fríos presentan restricciones térmicas que influyen en
la ecología, fisiología y el comportamiento de los ectotermos. No obstante, la relación
entre la historia de vida y el ambiente está también condicionada por factores genéticos
que evolucionaron por haber estado sometidos a condiciones ambientales diferentes en
el pasado. Actualmente han predominado dos hipótesis para explicar la evolución de la
viviparidad en reptiles, la primera propone que la viviparidad ha evolucionado en
respuesta a la ocupación de climas fríos dada la posibilidad de las hembras preñadas,
mediante la termorregulación, de mantener temperaturas mayores que la que los
embriones podrían experimentar en el nido. La segunda hipótesis, sugiere que la ventaja
de la viviparidad se basa en la posibilidad de mantener temperaturas estables durante el
desarrollo, ya que afecta positivamente la aptitud de los recién nacidos. Actualmente se
presenta una nueva hipótesis que se basa en un fenómeno de selección sexual
frecuencia-dependiente entre morfotipos de coloración y comportamiento. Estos
morfotipos limitan el intercambio de genes y promueven la especiación, ya que se
encuentran codificados por un gen de tipo Mendeliano que determina el morfotipo de
color e interviene en mecanismos de control de diversos fenómenos comportamentales,
fisiológicos y estrategias reproductivas alternativas. El polimorfismo de coloración se
ha asociado generalmente a comportamientos diferenciales, mas marcados en machos
maduros. Los machos dominantes generalmente tienen mayor velocidad y resistencia
física y cabezas y cuerpos más grandes que los machos sumisos, por lo que los
dominantes serían capaces de adquirir y defender grandes territorios y tener un mayor
éxito reproductivo.
Las lagartijas que viven en ambientes sujetos a cambios extremos presentan
características particulares que les permiten reproducirse exitosamente. Así, las
lagartijas Patagónicas están activas en un periodo restringido a la primavera y el verano
en el cual llevan a cabo la vitelogénesis, la preñez y los nacimientos, y los machos
presentan ciclos reproductivos adaptados a la corta temporada reproductiva de las
hembras. En esta tesis, se espera avanzar en el conocimiento de las adaptaciones
fisiológicas y comportamentales al clima frío relacionadas con la reproducción de las
dos especies de lagartijas más australes del mundo, las especies vivíparas y simpátricas
Liolaemus sarmientoi y Liolaemus magellanicus. Además en machos de L. sarmientoi
se analiza la existencia de morfotipos de coloración asociados con un comportamiento
diferencial, y en hembras la influencia de dos tratamientos de temperatura durante la
preñez en las fechas de puesta y también en el peso, morfometría corporal y velocidad
de carrera de los recién nacidos. Los resultados se discuten en relación a las hipótesis de
la viviparidad en reptiles.
Las hembras de las dos especies comienzan la vitelogénesis a fines de
primavera, la cual probablemente se detiene o continúa a tasas muy bajas durante la
brumación, y concluye en la primavera siguiente. La preñez comienza en la primavera y
los nacimientos se producen durante un mes a mediados del verano. Las hembras que
dan a luz temprano en la temporada de actividad pueden iniciar un nuevo ciclo
vitelogénico antes del otoño y llevar a cabo un ciclo reproductivo anual. Sin embargo,
las hembras que dan a luz tarde retrasan el comienzo de un nuevo ciclo vitelogénico
hasta la siguiente primavera, llevando a cabo un ciclo reproductivo bianual. Los machos
llevan a cabo una reproducción continua, mostrando la presencia de esperma durante
toda la temporada de actividad, aumentando las posibilidades de aparearse a comienzos
de primavera y favoreciendo los nacimientos a principios del verano. El potencial de las hembras de ajustar su frecuencia reproductiva anual-bianual, de acuerdo a las
restricciones impuestas por las condiciones ambientales, y de los machos de realizar un
ciclo reproductivo continuo confieren una ventaja adaptativa para lidiar con las
adversidades del clima frío que habitan.
En cuanto a los experimentos de laboratorio, las hembras preñadas de L.
sarmientoi, que experimentaron desde un estadio medio de desarrollo embrionario la
posibilidad de termorregular libremente, parieron antes y crías en buenas condiciones de
salud, de mayor tamaño y peso corporal y que mostraron una mayor aptitud para la
carrera que las crías de las hembras que experimentaron durante la preñez una
temperatura similar a la que experimentaría un huevo en un nido. A su vez, la
variabilidad de la distribución de las temperaturas preferidas fue mayor en las hembras
no preñadas que en las preñadas. Las hembras preñadas buscan mantener la temperatura
preferida en un rango estrecho de temperaturas, apoyando la hipótesis del clima frío
dado que las crías de hembras expuestas a temperaturas bajas no se desarrollaron
adecuadamente como para nacer con tiempo para alimentarse antes de la brumación, y a
su vez presentaron baja aptitud para la carrera. Además las hembras preñadas fueron
capaces de termorregular a temperaturas mayores que las del ambiente, alcanzando una
eficiencia térmica típica de un termorregulador moderado. Del mismo modo, la
hipótesis de la manipulación térmica materna es apoyada fuertemente, ya que las
hembras preñadas mostraron menor variabilidad en la temperatura preferida que las
hembras no preñadas y sus crías mostraron mayor aptitud que las que se desarrollaron a
temperaturas menores.
En cuanto a la hipótesis de polimorfismo de coloración y comportamiento, en
machos de Liolaemus sarmientoi se observan los morfotipos rojo puro (RR), rojo-
amarillo (RA) y amarillo puro (AA). El largo entre rodillas y el alto de la cabeza de RR
resultó mayor que el de AA y el alto de la cabeza de RA mayor que el de AA. De los
despliegues comportamentales registrados de los enfrentamientos entre machos, la
variable "Rasqueteo" fue mayor en el morfotipo AA y la variable "Lagartijeo" mayor en
RR que en RA; también el RR presentó mayor temperatura corporal al finalizar el
enfrentamiento que el AA. Por lo que el morfotipo RR presenta características de
dominante al enfrentarse a un RA o AA, el cual exhibe comportamiento de sumisión en
los enfrentamientos. Estas especies, al vivir en amplios roquedales distribuidos a lo
largo de la estepa arbustiva, presentan despliegues comportamentales mucho menores y
más sutiles a los observados en otras especies de climas templados o tropicales en los
cuales el tamaño poblacional y la lucha territorial es mucho mayor. Aunque es necesario
un mayor tamaño de muestra para concluir acerca de las diferencias entre los distintos
morfotipos de L. sarmientoi, éstos pueden influir en la posibilidad de aparearse con las
hembras y de esta forma tener un efecto directo en la descendencia, por lo que el
comportamiento y la selección sexual pueden haber influido en la evolución de la
viviparidad.
Finalmente las dos hipótesis térmicas sobre el origen de la viviparidad se pueden
confirmar en relación a estos lagartos de clima frío y además se complementan. Las
hembras preñadas pueden termorregular para mantener temperaturas mayores que las
que tendría un huevo de un ovíparo en un nido, y eligen temperaturas estables en un
rango estrecho de temperaturas que benefician el desarrollo y la adecuación biológica de
las crías. A su vez, los comportamientos y los enfrentamientos entre machos previos a la
cópula pueden limitar el intercambio de genes y haber influido a nivel hormonal en la
retención del huevo en útero y la evolución de la viviparidad.