El derrocamiento de Salvador Allende, y la posterior instauración de una dictadura militar en Chile tuvieron amplias repercusiones en el complejo escenario político argentino que se vio desbordado por la llegada de los exiliados. Si bien el gobierno no estaba preparado para esta situación, el acuerdo entre la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), el Alto Comisionado de las Nacionales Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las iglesias cristianas, hizo posible la creación de una red nacional que asistió a miles de chilenos. Este artículo analiza
los cambios en las percepciones y las políticas gubernamentales con respecto a estos refugiados en el período 1973-1983. Se argumenta que, en un proceso complejo, marcado por ambigüedades y contradicciones que incluyó tanto instancias de integración como de rechazo, la progresiva ascendencia de la perspectiva de la seguridad nacional en la dirigencia de los sucesivos gobiernos motivó que los chilenos, bajo protección del ACNUR, fueran paulatinamente considerados una amenaza cuya permanencia en Argentina debía ser objeto de regulación, control, y, en casos puntuales, represión, eliminación física y/o
expulsión. La presencia estatal dentro de la red humanitaria que los protegía hizo que los refugiados estuvieran más expuestos y su situación fuera de mayor vulnerabilidad que la de los exiliados que se habían mezclado con la población migrante. En contrate, cuando el conflicto del Beagle planteó un nuevo escenario en el que la chilenidad escaló posiciones en el orden de las amenazas, los protegidos del ACNUR fueron los chilenos menos afectados por el accionar represivo.
The overthrow of Salvador Allende, and the subsequent establishment of a military dictatorship in Chile, had wide repercussions in the complex Argentine political scene, which was overwhelmed by the arrival of the exiles. Although the government was not prepared for this situation, the agreement between the National Directorate of Migration (DNM), the United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) and the Christian churches made it possible to create a national network that assisted thousands of Chileans. This article analyzes the changes in government perceptions and policies regarding the period of 1973-1983. It is argued that, in a complex process marked by ambiguities and contradictions that included both instances of integration and rejection, the progressive ascendancy of the national security perspective in the leadership of the successive governments motivated the Chileans under UNHCR protection to be gradually considered a threat, whose permanence in Argentina should be subject to regulation, control and, in specific cases, repression, physical
elimination and / or expulsion. The state presence within the humanitarian network that protected them made the refugees more exposed, and their situation was more vulnerable than that of the exiles who had mixed with the migrant population. In contrast, when the Beagle conflict posed a new scenario in which Chileanness climbed positions in the order of threats, those protected by the UNHCR were the Chileans that were least affected by repressive action.