Resumen:
En las últimas dos décadas se registró una auténtica explosión en los estudios sobre la desigualdad. Pese a ser una de las áreas de mayor desarrollo relativo dentro de las ciencias sociales, no podemos dejar de señalar que esta productividad académica no ha permeado los currículums del nivel medio y del sistema universitario. Partiendo de este diagnóstico, el objetivo del presente ensayo es reflexionar sobre la necesidad de que la producción en el campo científico comience a compartirse en las aulas y que, a partir de estas experiencias áulicas, pueda enriquecerse la producción de conocimiento acerca de las complejas tramas que dan forma a la desigualdad. Generar conexiones entre ambas esferas no solo habilitaría el andamiaje de procesos de enseñanza-aprendizaje sobre un tema de enorme actualidad, además permitiría construir un conocimiento participativo, multidimensional y con un indudable anclaje territorial.