Abstract:
Existe consenso en la doctrina respecto a que la sanción de un nuevo código es un paso importante en la necesidad de superar los sistemas inquisitoriales o mixtos de enjuiciamiento penal. También hay acuerdo en que este es sólo el primer paso de un largo camino lleno de obstáculos, que tiene avances y retrocesos. El cambio de diseño legal no modifica automáticamente las prácticas de las personas que trabajan en la justicia penal, tal como lo viene denunciando Alberto Binder en toda su obra (2013:32). El autor es elocuente cuando dice que “cambiar la justicia penal no es cambiar un código por otro” (2014b:63)
Este trabajo fue pensado porque comparto la preocupación de jueces y doctrinarios respecto de la dificultad de reconstruir el rol de los jueces y juezas en el nuevo sistema acusatorio adversarial.