Abstract:
El presente estudio tiene como objetivo investigar la intensidad del disturbio
provocado por la pesca de arrastre en la zona norte del Golfo San Jorge (GSJ) y evaluar
su impacto sobre las comunidades asociadas al fondo. El GSJ es uno de los ecosistemas
más productivos de la plataforma argentina, de gran importancia para la biodiversidad y
para las pesquerías del país. A pesar de esto, la información disponible sobre el
comportamiento de la flota arrastrera, los tipos de fondos arrastrados y el impacto que la
pesca de arrastre genera sobre el fondo marino es muy escasa. En particular, la zona norte
del GSJ, donde se ubica el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral
(PIMCPA), representa una zona de particular relevancia por la concentración de
langostinos y por el alto número de colonias de aves y mamíferos marinos.
La intensidad del disturbio ejercido por la pesca de arrastre en esta zona fue
analizada para el periodo 2013-2015 en base a datos del sistema de monitoreo satelital de
buques pesqueros, para un polígono de 5059 km2 (desde Islas Blancas, 44° 42’ Sur, y los
45° 25’ Sur). La huella de las pesquerías de langostino (Pleoticus mullieri) y merluza
(Merluccius hubbsi) se estimó calculando el área barrida por año, usando una grilla de 1
km2 de resolución. El área total barrida en cada celda dividida por su superficie es una
medida adimensional de la intensidad de arrastre, conocida como SAR (“swept area
ratio”). Si bien se registró pesca en el 77% de las celdas, sólo en un 8% el SAR fue mayor
a 1. Utilizando el SAR promedio para los tres años, y asumiendo una distribución
uniforme del esfuerzo dentro de cada celda, la fracción del área total impactada por la
pesca fue del 24%. Los mayores valores de SAR, registrados sólo en tres celdas en la
zona de Pan de Azúcar, estuvieron entre 5 y 6, lo que implica que en promedio dichas
celdas fueron barridas 5-6 veces en un año. Otros dos sitios en el límite de la zona de veda
de Robredo presentaron valores de SAR de entre 2 y 5, representando el 1% del polígono
de estudio. Finalmente, el 23% de las celdas no presentó actividad de pesca de arrastre,
coincidente con zonas más someras hasta los30 m y con fondos de roca (8,6%).
A fin de recabar información sobre hábitats y comunidades bentónicas en el
PIMCPA se diseñó y puso a punto un sistema de cámara de deriva (CD) de bajo costo, el
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que fue patentado debido a que posee un novedoso dispositivo de cables de acero
utilizados como escala para estimar densidades y tallas de organismos asociados al fondo.
Su desempeño en condiciones experimentales fue similar al de un equipo convencional
provisto de punteros laser, y los errores en la estimación de tamaño obtenidos estuvieron
en el orden de los reportados en la literatura para dispositivos con propósitos similares.
A fin de describir los tipos de fondo y su distribución espacial en la zona de
estudio, se combinó la información obtenida mediante la CD con una diversidad de
fuentes, desde cartas náuticas e información aportada por los capitanes de pesca, hasta
datos acústicos y sedimentológicos obtenidos en campañas oceanográficas. Los mapas
generados proponen una metodología novedosa, de bajo costo y resolución rápida para
múltiples aplicaciones en la evaluación y monitoreo. El área de estudio presenta una
dominancia de fondos duros hacia la costa y blandos hacia las áreas más profundas. Las
áreas rocosas ocupan un 8,2%, las arenosas un 36,2%, las de grava un 14,6% y las de
fango un 41%.
La actividad de arrastre en la zona estuvo concentrada en las áreas de fondo de
fango, para los que la literatura reporta tiempos de recuperación media de ~200 días. La
alta frecuencia de disturbio en las zonas de fango de Pan de Azúcar y Robredo hace
esperar que las comunidades en estas zonas se encuentren en niveles más bajos que los
esperados en zonas sin disturbio. Las áreas con fondo de arena, caracterizadas por una
mayor dinámica, son consideradas áreas de mayor resiliencia, con tiempos de
recuperación menores (~100 días), con lo cual considerando la menor presión de pesca
existente sobre fondos arenosos en la zona de estudio (sólo el 10% del área con fondo de
arena es arrastrado con una frecuencia mayor a una vez al año) es esperable que las
comunidades de este tipo de fondo estén mejor conservadas.
Por último, se evaluó el efecto de la pesca de arrastre sobre las comunidades
bentónicas en una escala local usando el área de veda de Robredo, cerrada a la pesca
desde el año 2006. Se realizaron transectas con la CD sobre un rectángulo de
aproximadamente 9650 m2 que cruza el límite de la zona de veda. En los videos se
registraron 9761 invertebrados bentónicos, observándose una comunidad dominada por
la langostilla Munida gregaria (76%), el cnidario Renilla chilensis (7%), el langostino
Pleoticus mullieri (5%) y Penatulaceo sp (1.3%). El resto de las especies (n=19)
representaron el 10.7%. No se observaron diferencias significativas entre las zonas
arrastradas y no arrastradas en la riqueza y diversidad, ni tampoco en la densidad de
langostilla ni de los otros grupos de especies considerados. La falta de información sobre
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la distribución y abundancia de especies bentónicas en épocas previas al desarrollo de la
pesca no permite evaluar si la baja densidad de invertebrados y la dominancia de unas
pocas especies, así como sus principales características (móviles, de crecimiento rápido
y oportunistas), evidencian una comunidad modificada por la pesca de arrastre y que aún
no se ha recuperado a su situación prístina dentro de la reserva, o si el efecto de la pesca
de arrastre no es significativo en la zona de estudio en relación a la intensidad de arrastre
previo a la toma de datos. Por otro lado, no se puede descartar que posibles eventos de
pesca dentro de la zona de veda puedan haber opacado los efectos del “tratamiento”.
Como conclusión, el área de estudio presenta niveles de impacto variables, desde
pequeñas zonas severamente impactadas, donde la frecuencia de disturbio no permitiría
la recuperación de las comunidades, hasta zonas de roca que funcionan como reservas
naturales al impedir el paso de las redes de arrastre.