Jara, Miguel Angel; Funes, Alicia Graciela; Ertola, Fabiana; Muñoz, Maria Esther; Salto, Victor Amado
Resumen:
El trabajo de educar, enseñar, aprender e investigar es siempre una producción colectiva, con formas de organización colegiadas, en las aulas siempre estamos en presencia de sujetos entramados, de estructuras vinculares que se configuran en
prácticas diversas que buscan construir actividades transformadoras cuyo eje central es la construcción y apropiación de conocimientos acerca del mundo social.
Si pensamos las instituciones educativas como tramas singulares en las que cada profesor o profesora, cada adolescente o joven, cada infante, cada niño o niña y cada investigador e investigadora que forman parte de ella tejen con su trabajo cotidiano, deseos, aspiraciones, inquietudes e incertidumbres y conforman lazos institucionales de pertenencia y de identificación, las tareas que se desarrollan en ellas se nutren de
nuevos sentidos.
La escuela pública, lugar de filiación y referencia comparte con la realidad social en la que está inserta procesos sociales, conflictos y dinámicas que se hacen presente a través de múltiples demandas y formas de presencia que dota de sentidos las
prácticas de enseñar, aprender e investigar.
Las escuelas como instituciones de la cultura forman parte de una trama social más amplia en la que articula junto con otras instituciones de la sociedad civil para que todos accedamos y construyamos críticamente un mejor conocimiento social acerca
del mundo en que vivimos.