Resumen:
En el siglo XXI, gracias a las nuevas tecnologías de comunicación e información, los ciudadanos del mundo se están concientizando sobre los cambios climáticos provocados por las malas prácticas industriales, sobre las desigualdades sociales y sobre el continuo deterioro ambiental que limita cada vez más los recursos naturales. Es por esto que han surgido varias iniciativas en pos de sensibilizar a la población sobre la responsabilidad de cada uno con el
futuro de todos.
Las nuevas corrientes de gestión corporativa sostienen que el deterioro ambiental ha sido a causa de la mala práctica de la sostenibilidad. Esta concientización ha sido influenciada por las Organizaciones No Gubernamentales [ONG] y los movimientos globales que tienen como
objetivo sensibilizar para inspirar y transformar el modo de hacer negocios buscando al mismo tiempo el beneficio social, ambiental y económico. Así, el éxito empresarial no solamente se obtiene al generar rentabilidad económica, sino también al potenciar el cuidado del planeta y de la sociedad. Cada vez más sectores de la sociedad están tomando conciencia de que pueden ser agentes de cambio. Debido a esto, han surgido varias organizaciones que se esfuerzan por generar impacto positivo, como las Empresas B.
El movimiento B comenzó en el año 2006 en el mundo y llegó a Latinoamérica en el 2011 con la organización Sistema B. En el año 2019 ya se encuentran certificadas cien Empresas B en Argentina. Sin embargo, este movimiento es aún incipiente en la Patagonia argentina, donde sólo se han certificado cuatro empresas. Expandir el movimiento es un desafío que implica cambiar las prioridades y medir el éxito por el triple impacto generado, difundiendo la
conciencia social y ambiental en la región.