Resumen:
La masificación del acceso a procesos científico-tecnológicos acelerados, basados fundamentalmente en las tecnologías de la comunicación y la información, han determinado cambios importantes en distintas dimensiones socio-culturales que se interrelacionan y conjugan con otra multiplicidad importantísima de cambios en nuestras sociedades. Algunos historiadores y críticos culturales interpretan este fenómeno como parte indisoluble de los rasgos y matrices de nuestro presente histórico, entendiéndolo como uno de los más complejos, profundos y rápidos de la edad contemporánea (Arostegui y Saborido: 2005). Nuevas formas de sociabilidad; digitalización de nuevos canales de producción, reproducción, circulación y distribución de información y de conocimiento emergen y cobran presencia obrando tanto efectos en nosotros como posibilitando acciones. Nuevas prácticas sociales se configuran organizando “otra” cultura, otras relaciones sociales, otras formas de construir subjetividades e identidades y nuevas tensiones entre “homogenización” y “resistencias” culturales.