Resumen:
Durante la década del treinta y hasta finales de los cincuenta la extracción de carbón mineral en nuestro país tuvo un renovado impulso. Varias razones hicieron posible la explotación de yacimientos conocidos y la exploración y apertura de otros nuevos.
Las consecuencias económicas de la crisis del treinta y especialmente la alteración del comercio mundial por efecto de la Segunda Guerra al impedir la tradicional importación de minerales con el propósito de satisfacer las necesidades del país y las urgencias de una industria nacional en expansión movilizaron la minería del carbón. Durante la década del cuarenta la escasez de este recurso adquirió dimensiones alarmantes. El consumo de carbón y petróleo era esencial para actividades como el transporte, la generación de energía eléctrica y la industria. La extracción de petróleo, a pesar de su incremento no logro una mayor expansión, debido principalmente a los límites tecnológicos, especialmente en la obtención y reposición de equipos de explotación. El recurso a la quema de cosechas de cereales y oleaginosas como fuente para la generación de energía pasados los efectos de la crisis resulto ser un expediente demasiado caro y por demás pasajero1.
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación El mundo del trabajo en Neuquén: 1930-1970 dirigido por el Prof. Enrique Mases, con apoyo de la Secretaria de Investigación de la U.N.C. • • GEHiSo - U.N.Co.
1 En 1944 Frank R. Pesserl, miembro de la Comisión Directiva de la Cámara Argentina de Minería, decía que según las estadísticas de los últimos años, el combustible liquido -fuel oil, petróleo crudo, etc - cubría menos de la mitad total de calorías consumidas en el país (cerca de un 40 % era importado) y el resto era satisfecho por el carbón de piedra, la leña, el carbón de leña y los residuos agrícolas. Para estos últimos se daba una verdadera desproporción entre el volumen a transportar y la cantidad de calorías utilizables. "El combustible sólido en la República Argentina" en Guía de orientación minera: Segundo Congreso industrial Minero Argentino, Buenos Aires, imprenta Miranda, 1945.
Por lo tanto, desde el Estado Nacional se decidió impulsar la extracción de carbón y otros minerales similares para la generación de combustibles2. Muchos yacimientos estaban en explotación y otros eran conocidos desde el siglo pasado por su potencialidad. Los depósitos de los llamados combustibles sólidos (carbón, asfaltitas y rafaelitas), ubicados al norte de Neuquén y sur de Mendoza recibieron especial atención por parte del Estado y también de los empresarios privados. Para esta época, se iniciaron los trabajos de exploración de la mayor cuenca carbonífera del país, en Río Turbio.
En efecto, a partir de mediados 1930 y por más de dos década la extracción de los llamados combustibles sólidos en el territorio de Neuquén fue de significativa importancia. Sin embargo, la minería de carbón, rafaelita y asfaltitas no estuvo exenta de dificultades, y para principios de los cincuenta esta en franco retroceso.