Abstract:
En la región de los valles fluviales de la cuenca media y superior del Río Negro se denomina “chacareros” a los pequeños y medianos productores frutícolas que a partir del trabajo familiar y con el complemento de la mano de obra asalariada, permanente o transitoria, cultivan frutales de pepita para consumo en fresco del mercado externo e interno, o bien para la industria, fundamentalmente de jugos concentrados.
El presente trabajo consiste en una reseña del estudio de caso realizado a una familia de productores familiares capitalizados del denominado Alto Valle neuquino dedicados a la producción de manzanas y peras para la exportación en fresco.
En el contexto de la crisis que sufren un gran número de productores frutícolas de este perfil, se focaliza la atención en la percepción que tiene uno de los propietarios actuales de una chacra de algo más de 30 hectáreas, tomando dos momentos, de los que se dispone de datos de primera mano: principios de 1994 y fines de 2000 a mediados de 2001.
A través del discurso registrado y el aporte de información de variado origen (informantes claves, medios de prensa, bibliografía existente) se intenta aportar elementos para aproximarse a una explicación de la permanencia de estos productores en la actividad, a pesar de las persistente dificultades por las que atraviesan.