Resumen:
La política patagónica ha recibido mayor atención en la última década. En conjunto, la historia de los sistemas de partidos en la región resulta de interés. Este es uno de los objetos del artículo, planteando 1983 como punto de partida de un proceso complejo y de larga duración. Efectivamente el justicialismo ha sido una de las fuerzas preeminentes en la región, habiendo sido gobierno en todas las provincias menos en Neuquén, aunque el origen neoperonista del MPN lo hace parte de la familia peronista. En cambio el radicalismo, predominante en Río Negro, estuvo lejos de acceder a los gobiernos de Santa Cruz y Neuquén. En suma, en tres de los cinco distritos de la región funciona un tipo de bipartidismo imperfecto, común a lo que ocurre en una tercera parte de las provincias del país. Estas características entre otras tantas, arrancaron en la dinámica política de los ochenta y ya forman parte de un balance de tres décadas de democracia electoral sin quiebres aunque sí con muchas divergencias.