Abstract:
La Cordillera del Viento del noroeste de la provincia de Neuquén es el resultado de la inversión
tectónica de fallas triásicas y cenozoicas y está constituida desde su basamento principalmente
por rocas clásticas, volcánicas y volcaniclásticas perteneciente a una fase de rift que afectó a
todo el margen oeste de Gondwana durante el Triásico. Esta actividad continuó a comienzos del
Jurásico depositando gran variedad de rocas relacionadas directamente a la actividad magmática con intercalaciones menores de depósitos sedimentarios y la presencia de procesos de mineralización hidrotermal que afectó a unidades de la comarca. La identificación de
mineralizaciones de hierro bandeado (Banded Iron Formation, BIF) en el sector septentrional
de la Cordillera del Viento es interpretada como del tipo Algoma y atribuida a plumas
hidrotermales relacionadas con vulcanismo submarino. Se extienden desde el arroyo Butalón
Norte (al sur), en su sección más espesa, al arroyo Chacay (al norte). Los afloramientos del área del arroyo Chacay son relevados y descriptos en este trabajo. Los depósitos pertenecen a la Formación Colomichicó (Zappettini y Dalponte, 2009) de edad pliensbachiana y constituyen
bancos alternantes con capas y/o bandas de jaspe, óxidos de hierro (principalmente hematita-
magnetita-martita) y en menor medida chert. Conforman bancos concordantes con la
estratificación que no superan los 4 m de espesor. Se reconocen facies descriptivas dentro de las jaspilitas las que se presentan bien estratificadas, bandeadas, con impresión de estructuras
singenéticas; en algunos casos, caracterizadas por vénulas de óxidos de hierro recristalizado
(magnetita-martita) sin ninguna orientación preferencial; y en facies brechosas con clastos de
jaspe masivo y fragmentos de rocas volcánicas de diferentes tipos. En inmediaciones del arroyo
Chacay, estas rocas se encuentran atravesadas por intrusivos mesozoicos y cenozoicos que
desplazan los afloramientos. En el arroyo Colomichicó se encuentran coronadas por espesos
depósitos de vulcanitas. En el arroyo Chacay los depósitos de jaspilitas se observan menos
afectados por eventos tectónicos. Tanto los depósitos del área del arroyo Chacay como los del
arroyo Colomichicó están atravesados por fallas de pequeña y gran escala. El plegamiento es
más pronunciado en el arroyo Colomichicó. Según el análisis de las secciones estudiadas en este trabajo, se infiere para tiempos jurásicos un depocentro donde actualmente corren los cauces de los arroyos Butalón Norte y Colomichicó y un borde de cuenca hacia la margen derecha del actual cauce del arroyo Chacay.