Capua, Olga C.
Abstract:
Los geosistemas y los sistemas económicos–sociales no son entidades separadas, sino que son variables de un mismo sistema, variables que se condicionan mutuamente. La relación entre ambos sistemas debe entenderse como altamente dinámica, regida por leyes sociales y físico – químicas - biológicas, que dependen de la articulación histórica de los procesos tecnológicos y culturales, cuya comprensión resulta ser una premisa esencial para la reflexión epistemológica.El hombre, según Zejenovich, es sociedad y es naturaleza. Vale decir, de acuerdo con este concepto, “que toda la naturaleza esta mediada socialmente y las relaciones sociales se dan en un medio natural interactuante, sosteniendo la categoría de totalidad estructurada con relaciones sistémicas que lo conforman”.Estas relaciones “representan canales concretos e identificables de influencias mutuas” por lo que “no pueden explicarse unidireccionalmente, sino en forma de una permanente interacción dialéctica”. Ahora bien, de los distintos elementos que conforman la estructura de los geosistemas, -relieve, clima, suelo, comunidad de organismos-, es necesario destacar la captación y trasmisión de energía que se manifiesta en una determinada “oferta ecológica” o capacidad para permitir intervenciones humanas en una medida que posibilite el mantenimiento del potencial productivo a largo plazo. Pero el hombre, “en el constante intento de extraer primero y adaptar después el medio natural a sus necesidades, fue desarrollando técnicas que posibilitan reacciones en cadena, cuya complejidad e irreversibilidad y cuyas repercusiones sobre las estructuras sociales aún estamos lejos de advertir”. En otras palabras, los conflictos entre la sociedad y el medio natural surgen a partir de la forma en que la sociedad organiza el manejo, aprovechamiento y uso de un conjunto determinado de recursos.