Resumen:
Los árboles son seres vivos que se encuentran expuestos a los elementos del medio
ambiente de forma constante y dinámica. Mas allá que estén adaptados para vivir en
dichas condiciones, en algún momento envejecerán, colapsando y descomponiéndose,
cerrando un ciclo de vida.
Las causas por las cuales estos mueren pueden ser diversas, como por ejemplo
enfermedades, ataques de insectos, sequías, desarraigos, fallas por vientos fuertes,
intervenciones por parte del hombre, o por combinación de estos factores que actuan al
mismo tiempo.
Algunos árboles mueren y luego fallan cuando sus troncos y ramas se descomponen y
otros comienzan a romperse aun estando vivos. Si bien cualquier árbol grande presenta
un riesgo de falla por vientos fuertes, en las situaciones en las que los árboles deben
convivir con las personas es importante identificar cuando un árbol se convierte en un
riesgo inaceptable.
La evaluación de riesgo por parte de profesionales es el proceso de valoración de
la probabilidad de ocurrencia de dichos hechos. Para llevar cabo una evaluación efectiva
se debe considerar tres factores: la probabilidad de que el árbol falle, el ambiente que
contribuye a su fractura o caída y qué resultaría dañado o lesionado, es decir el objetivo
(blanco o diana).
Existen diferentes métodos de evaluar el riesgo en los árboles, como por ejemplo
“Avaliação de árvores de risco na arborização de vias públicas de Nova Olímpia”,
“Internation Society of Arboriculture (ISA) Matheny y Clark”, “Best Management Practice
BMP/ISA” y “Urban tree risk management USDA Forest Service”, entre otros.
Cada método se ajusta mejor a una situación en particular, considerando características
similares a la hora de la evaluación de los árboles, por esto es importante estudiar cómo
funciona cada método, donde se ha aplicado y donde será replicado. Estas son variables
a considerar para no sobrestimar el riesgo y eliminar árboles que se podrían conservar.
En este caso la plaza San Martín ubicada en el centro de la ciudad de Junín de los Andes,
es el lugar más utilizado por las personas como lugar de esparcimiento. Cuenta con una
alta densidad de árboles de gran magnitud, a los cuales no se los ha intervenido para
eliminar los defectos estructurales y por consecuencia, esto los ha vuelto peligrosos
aumentando la posibilidad de provocar accidentes a los diferentes blancos.
Por estas razones las ciudades deben contar con un plan de gestión del arbolado público
que gestione el riesgo en los lugares de uso público como los parques, plazas y paseos.
Ya que es responsabilidad del Estado garantizar la seguridad Publica y el bienestar de los ciudadanos.