Efectos de la pandemia en la cínica psicopedagógica con niños/as

Abstract

El 11 de marzo de 2020, la OMS declaró como pandemia al nuevo coronavirus denominado COVID-19. En Argentina, por decreto nacional, el 20 de marzo del mismo año se determinó el cumplimiento del ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) en todo el territorio nacional, que estableció la prohibición de circulación y presencialidad en los diferentes ámbitos de la vida de las poblaciones. Este nuevo contexto implicó la redefinición de los encuadres y actividades terapéuticas. La presente investigación aborda los efectos de la pandemia por COVID-19 en la Clínica Psicopedagógica con niños/as, en Viedma, durante el período 2020-2021. El trabajo tiene el objetivo de indagar cómo se desarrollaron los espacios clínicos de atención psicopedagógica a niños/as, mediante atención remota, abordando tres elementos: la presencia del cuerpo de el/la psicopedagogo/a, el juego y la transferencia, bajo la hipótesis de que los efectos de la pandemia en la Clínica Psicopedagógica con niños/as implicaron el reencuadre del enfoque, excediendo las paredes y la intimidad del consultorio, debiendo acudir a dispositivos tecnológicos, lo que permitió el despliegue de la transferencia, el cuerpo y el juego, más allá de los impedimentos de lo real. Para dicha investigación, se utilizó el psicoanálisis como marco teórico. Se adoptó la perspectiva cualitativa de diseño exploratorio. Para alcanzar los objetivos propuestos, se realizaron entrevistas semidirigidas a psicopedagogas de Viedma que ejercieron la clínica con niños/as de manera remota durante la pandemia, en 2020 y 2021. Dadas las escasas investigaciones realizadas sobre el tema, este trabajo podría aportar un nuevo conocimiento para la disciplina de Psicopedagogía, así como a disciplinas afines, que ejercen la clínica con niños/as. Estos conocimientos podrán enriquecer no solo la práctica clínica de los y las profesionales, sino brindar herramientas teóricas que faciliten el sostenimiento de los espacios terapéuticos ante la dificultad en la presencialidad. Esta última cuestión favorece a las familias, y en especial a los/las niños/as, en la continuidad de dichos tratamientos.