Resumen:
No es tarea sencilla ubicar un comienzo exacto o indiscutible del terrorismo de Estado en la Argentina, si bajo tal concepto entendemos a la represión clandestina por sobre la población desplegada tanto por alguna institución estatal, como por alguna organización parapolicial o paramilitar que hubiera actuado bien bajo el paraguas protector o encubridor del Estado, bien con el financiamiento y/o apoyo logístico o de otro tipo por parte de este. En tal sentido, debe quedar claro que en lo que sigue evitaremos pensar al terrorismo de Estado como si fuera exclusivo de una dictadura militar, para ampliar la mirada también
hacia momentos en los que el país se encontraba bajo un gobierno constitucional. En tal sentido, podríamos hacer un rastreo del comienzo de una lógica represiva por sobre sectores políticos y sociales de izquierda—en su sentido más amplio—dentro de una larga
periodización que podría comenzar en la década del 50 y la autodenominada “Revolución Libertadora” que derrocó a Juan Domingo Perón en septiembre de 1955. Podríamos animarnos también a pensar en algún punto de partida aún mucho más atrás en el tiempo, a partir del primer golpe de Estado que llevó al poder en septiembre de 1930 al teniente general Félix Uriburu o, alejándonos incluso hasta la sanción de la Ley de Residencia en los albores del siglo, con la cual se formalizó la persecución y la represión del movimiento obrero, sindical .