Resumen:
En un contexto mundial de crisis socioambiental donde la tendencia continúa con la dinámica de acumulación del capital, privatización de los servicios, recortes del gasto social y sobreexplotación de los bienes comunes, se hace necesario pensar estrategias para construir sociedades que cuiden y sostengan la vida. En este sentido, las mujeres somos parte de procesos de resistencia colectiva en los que vinculamos el cuidado con nuestras prácticas agroecológicas. Es a través de ellas que impulsamos sistemas alimentarios saludables, a la vez que creamos espacios de encuentro, reflexión y formación política que contribuyen a fortalecer el tejido social y a mejorar nuestras vidas, tanto al interior de los hogares como en el ámbito colectivo.