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La depredación es un proceso fundamental en los ecosistemas. Los depredadores tope son clave para la estabilidad estructural y funcional de las comunidades biológicas. Estos depredadores provocan efectos directos (numéricos) e indirectos (mediados por paisajes de miedo) sobre herbívoros y el ensamble de mesocarnívoros. En paisajes dominados por el hombre, los depredadores tope han sufrido declinaciones poblacionales y experimentado cambios comportamentales que limitan su capacidad de regular las presiones de pastoreo por herbívoros silvestres. Aunque la caza en represalia por ataques al ganado ha sido considerada una de las principales causas de declinación poblacional de grandes carnívoros a escala global, las pautas socio-culturales pueden influir en las conductas que adoptan los pobladores rurales frente a la depredación y los carnívoros. En Río Negro, el estado provincial promueve el control letal de pumas (Puma concolor) y zorros colorados (Lycalopex culpaeus) mediante el pago de estímulos previstos en la Ley 763/72, como estrategia de manejo de la depredación en los sistemas ganaderos. El objetivo general de esta tesis es integrar aspectos asociados a la ecología de la interacción carnívoros-ganado con la dimensión humana de la conservación de los carnívoros en socio-ecosistemas de la estepa rionegrina dominados por diferentes tipologías agrarias.
Se trabajó en dos sitios del Departamente Pilcaniyeu (DP), uno dominado por la Pequeña Agricultura Familiar (PAF) y otro por Explotaciones Ovinas Empresariales (EOE). En estos sitios se estudió (i) el efecto de factores socio-ambientales sobre la disponibilidad de presas silvestres, (ii) la dieta de pumas y zorros colorados, (iii) el efecto de factores socio-ambientales sobre los patrones de ocupación por pumas y zorros colorados, (iv) la incidencia de la depredación sobre la mortalidad ovina en sistemas extensivos (EOE), (v) las percepciones y conductas humanas hacia la depredación de ganado , y (vi) las estrategias de mitigación de la depredación implementadas por productores familiares, en un contexto de crisis socio-productiva desencadenada por la ocurrencia de eventos ambientales extremos.
En el DP, la biomasa de herbívoros (potenciales presas de los carnívoros) estuvo dominada por ovinos (Ovis aries) y liebres europeas (Lepus europaeus), estando la biomasa de herbívoros silvestres significativa y directamente afectada por la productividad primaria (NDVI). Los pumas consumieron significativamente más presas silvestres que domésticas, y su dieta estuvo dominada por guanacos (Lama guanicoe), liebres europeas y chinchillones (Lagidium moreni). La dieta del zorro colorado, por su parte, estuvo compuesta principalmente por liebres europeas, ctenómidos y roedores cricétidos, que fueron consumidos con frecuencias similares. En áreas cercanas de Patagonia con contextos de similar degradación de la base de presas nativas, se ha propuesto la extinción ecológica de los grandes herbívoros nativos como presas y fuente de carroña para los carnívoros. En el DP los herbívoros nativos continúan siendo presas funcionales de los grandes carnívoros nativos.
Los patrones de ocupación por pumas estuvieron significativa y directamente afectados por el porcentaje de afloramientos rocosos en el micro-hábitat, asociados a la presencia de refugios y presas y a la evasión de encuentros con personas. Por su parte, la probabilidad de ocupación por zorros colorados en parches de menor densidad humana (EOE), estuvo inversamente asociada al porcentaje de afloramientos rocosos del micro-hábitat. En estos parches, la ocupación por zorros estaría afectada por procesos bottom-up (micro-hábitats rocosos ofrecen menor disponibilidad de liebres europeas) y top-down (pumas manifiestan preferencia por la ocupación de micro-hábitats rocosos). En parches de mayor densidad humana (PAF), la probabilidad de ocupación por zorros colorados estuvo inversamente asociada a la distancia a viviendas. En la PAF las viviendas están dispuestas junto a ambientes de mayor productividad primaria, por lo que los zorros colorados se enfrentan al compromiso de ocupar sitios seguros (i.e. distantes de los viviendas) pero poco disponibles en la PAF, o sitios de mayor productividad con mayor acceso a presas pero con mayor exposición a los encuentros con humanos.
En los sistemas de producción extensiva estudiados, la depredación por carnívoros nativos fue una causa de mortalidad ovina más relevante. Pumas y zorros colorados provocaron el 25,1 % y 22,3 % de las muertes de ovinos registradas, respectivamente. La co-ocurrencia de carnívoros con ganado en condiciones extensivas y de degradación de la base de presas, incrementa la probabilidad de ataques sobre herbívoros domésticos. En este estudio también se registró un incremento sustancial de la incidencia de la depredación por perros domésticos y asilvestrados, que provocaron un 21,6 % de las muertes registradas. Por su parte, el complejo inanición-hipotermia fue la principal causa de mortalidad ovina en corderos menores a siete días de vida.
La depredación por carnívoros nativos, y principalmente por zorros colorados, fue percibida como la principal causa de pérdida de ganado tanto por productores familiares como por los referentes de las EOE. Sin embargo, mientras que los entrevistados en las EOE se mostraron más propensos a la utilización del control letal de carnívoros nativos como herramienta de manejo de la depredación, los productores familiares se mostraron más predispuestos a implementar prácticas de manejo preventivas. Tal patrón de conducta contradice el supuesto que establece que productores de subsistencia reaccionan con mayor hostilidad frente a los carnívoros.
El contexto de crisis socio-productiva desencadenada por la sequía del periodo 2007- 2013 y la erupción volcánica del Complejo Volcácino Puyehue-Cordón Caulle de 2011, se tradujo en la pérdida del 57,9 % de los ovinos en la PAF. Ante la mortandad masiva, los productores adaptaron sus prácticas al escenario de descapitalización, intensificando el manejo del ganado menor para reducir la vulnerabilidad del mismo a las múltiples causas de pérdidas percibidas por los productores, entre ellas la depredación.
El contexto socio-ambiental ejerce una fuerte influencia sobre las interacciones carnívoros-ganado-humanos. Para lograr la coexistencia se deben implementar estrategias de manejo de la depredación adecuadas al contexto socio-ambiental y que cumplan con los objetivos de reducción de pérdidas de ganado y de mitigación de impactos de la ganadería sobre la interacción carnívoros-presas silvestres. Para ello se propone la adopción de estrategias de validación participativa de prácticas de manejo de la depredación y de co- manejo adaptativo, que vinculen los diferentes niveles de gobernanza de la jerarquía de toma de decisiones, como medio para la mitigación de impactos recíprocos entre la ganadería y los carnívoros nativos y sus presas en la provincia de Río Negro. |
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