Resumen:
A partir de las críticas que el igualitarismo fraternal lanzó contra
el igualitarismo de la suerte, G. A. Cohen propuso un compromiso a través
del denominado modelo de campamento. Puesto que dicho trade-off no
quedó formalizado, en este artículo se intenta aportar algunos elementos en
tal dirección. En concreto, se argumenta: a) que Cohen tiende un primer
puente hacia el igualitarismo fraternal al distinguir los aspectos de equidad y
legitimidad en una concepción de lo justo, conjuntamente con la afirmación
de que la suerte en las opciones nunca preserva la justicia; b) que los
principios igualitario y comunitario, que Cohen postula como deseables para
el socialismo, operan sobre la base de la distinción equidad-legitimidad, de
modo que las desigualdades generadas por elecciones genuinas y mala suerte
en las opciones son justas en tanto resultan legítimas pero no son justas en
términos de equidad y, en consecuencia, las desigualdades que rasgan el tejido
social son causalmente fundamentales mientras que el principio comunitario
es normativamente fundamental; y c) que los elementos comunitarios que
impulsan el compromiso de Cohen ya están presentes en sus nociones de
igualdad voluntaria, ethos igualitario, lectura estricta del Principio de
Diferencia rawlsiano y comunidad justificatoria.